Se ha despertado aturdido, confuso como en tantas ocasiones. Casi triste. Ha despertado con las primeras luces del día y ha dado vueltas en la cama, tratando de recuperar el sueño sin conseguirlo, tratando de recuperarse de la inexplicable desazón que le invade algunas mañanas. Ha tratado de imaginar y de dormir de nuevo hasta que le ha dolido el cuerpo.
Entonces se ha levantado.
Ha permanecido sentado en la cama unos minutos.
Ha mirado en dirección a su escritorio y la ha visto. Entonces se ha puesto en pie y ha puesto bocabajo, contra la mesa, la foto de esa mujer.
Se ha detenido unos instantes con la mano en el dorso del marco y entonc
La oficina está prácticamente desierta, salvo por unas cuantas personas a quienes, como a un servidor, aun no les ha llegado el turno de disfrutar de sus vacaciones de verano.
Rellenar informes, mover papeles de un lado a otro, inventariar, comprobar facturas. Un montón de trabajo. Trabajo duro. Trabajo aburrido.
Un silencio anodino, vacío de si mismo, interrumpido por toses, carraspeos, bostezos, suspiros, el roce del bolígrafo sobre el papel, el traqueteo de los teclados y las llamadas telefónicas a media voz. Un silencio vacío de silencio.
Quiero permanecer centrado, hay mucho trabajo para hacer y poco tiempo para hacerlo. Pero el esfue
Se ha despertado aturdido, confuso como en tantas ocasiones. Casi triste. Ha despertado con las primeras luces del día y ha dado vueltas en la cama, tratando de recuperar el sueño sin conseguirlo, tratando de recuperarse de la inexplicable desazón que le invade algunas mañanas. Ha tratado de imaginar y de dormir de nuevo hasta que le ha dolido el cuerpo.
Entonces se ha levantado.
Ha permanecido sentado en la cama unos minutos.
Ha mirado en dirección a su escritorio y la ha visto. Entonces se ha puesto en pie y ha puesto bocabajo, contra la mesa, la foto de esa mujer.
Se ha detenido unos instantes con la mano en el dorso del marco y entonc
La oficina está prácticamente desierta, salvo por unas cuantas personas a quienes, como a un servidor, aun no les ha llegado el turno de disfrutar de sus vacaciones de verano.
Rellenar informes, mover papeles de un lado a otro, inventariar, comprobar facturas. Un montón de trabajo. Trabajo duro. Trabajo aburrido.
Un silencio anodino, vacío de si mismo, interrumpido por toses, carraspeos, bostezos, suspiros, el roce del bolígrafo sobre el papel, el traqueteo de los teclados y las llamadas telefónicas a media voz. Un silencio vacío de silencio.
Quiero permanecer centrado, hay mucho trabajo para hacer y poco tiempo para hacerlo. Pero el esfue
Look at the girl in front of you.
What do you see?
An emo girl with no fashion sense.
A girl with too much eyeliner.
A girl who obviously has no emotions.
You wanna know a secret?
I listen to everything you say.
You can't see me trying so hard to put outfits together.
You can't see the smile when I get my eyeliner just right.
You can't see me starve myself to be perfect.
You call me a slut,
but the guy of my dreams won't even look at me.
You criticize everything I'm wearing,
but I was up planning last night to make sure I looked perfect.
You turn your back when there's a single tear,
but
Hace mucho tiempo que empecé a escribir poemas y cuentos, de hecho recuerdo que de niño le enviaba poesías a la chica de mi clase que me gustaba. Sin embargo mi vagancia y pereza hicieron que pasase olímpicamente de cultivar esta afición.
Aunque como rolero de pro que soy mi imaginación nunca ha dejado de vagar por los más extraños universos, nunca, hasta hace unos meses, había sentido la imperiosa necesidad de expresar de algún modo los pensamientos que recorren mi mente y los sentimientos y sensaciones que danzan dentro de mí.
Por estos y otros motivos decidí recuperar mi literar